miércoles, 11 de noviembre de 2009

Producen nuevos biolubricantes para competir con los derivados del petróleo


El centro tecnológico Tekniker-IK4 de la localidad guipuzcoana de Eibar lidera el desarrollo de una nueva generación de aceites biodegradables, con mejores prestaciones que los actuales, para competir con los derivados del petróleo en sus aplicaciones industriales.

El centro eibarrés ha recordado hoy en un comunicado que este proyecto, coordinado por el Instituto de la Grasa (GGBLS-CSIC), cuenta con un presupuesto de más de seis millones de euros y está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, con el apoyo de los fondos europeos FEDER.

El objetivo es desarrollar una novedosa gama de lubricantes respetuosos con el medio ambiente a partir de aceites vegetales de última generación y ciertos aditivos biodegradables.

La iniciativa se enmarca en el proyecto Biovesin, financiado por el Gobierno español, y prevé la utilización de aceites vegetales con alto contenido en ácido oleico, tanto de girasol como de ricino, que tienen aplicación directa en multitud de sectores industriales.

El centro guipuzcoano que lidera esta investigación ha recordado que, actualmente, el 95 por ciento de los lubricantes que se utilizan en Europa no son biodegradables y que en España se consumen al año medio millón de toneladas, responsables del 40 por ciento de la contaminación fluvial.

Cuando culmine este proyecto el próximo año se lograría, según sus promotores, generar una tecnología de producción propia de la industria española, protegida por patentes, y permitiría la proliferación de cultivos de oleaginosas como soja, girasol o maíz, lo que reduciría los costes.

Durante el desarrollo de esta investigación, que comenzó en 2006, ya se han logrado importantes avances, como la creación de un biolubricante específico para aerogeneradores, lo que refuerza aún más el carácter "verde" de la energía eólica, aunque ahora se trabaja en idear aceites para multitud de aplicaciones.

Junto a Tecniker-IK4 participan 14 socios, entre los que destacan el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), las universidades de Santiago, Huelva, Sevilla y Almería, o las empresas Gamesa, Indra Sistemas, Abamotor Energía, Agria Hispania, Verkol, Limagrain Ibérica y Coreysa.

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